domingo, 13 de mayo de 2012

CONCEPTO DE COMPETENCIAS


El concepto de competencia surge de la necesidad de valorar no sólo el conjunto de los  Conocimientos apropiados (saber) y las habilidades y destrezas (saber hacer) desarrolladas por Una persona, sino de apreciar su capacidad de emplearlas para responder a situaciones, Resolver problemas y desenvolverse en el mundo. Igualmente,  implica una mirada a las Condiciones del individuo y disposiciones con las que actúa, es decir, al componente actitudinal y valorativo (saber ser) que incide sobre los resultados de la acción.
La competencia es “un saber hacer frente a una tarea específica, la cual se hace evidente Cuando el sujeto entra en contacto con ella. Esta competencia supone conocimientos, saberes y Habilidades que emergen en la interacción que se establece entre el individuo y la tarea y que No siempre están de antemano”
Abordar el enfoque de competencias es dar un viraje hacia los resultados de la aplicación de Esos saberes, habilidades y destrezas. En otras palabras, las competencias se refieren a un “saber hacer en contexto”. Por ello, la competencia se demuestra a través de los desempeños De una persona, los cuales son observables y medibles y, por tanto, evaluables. “Las Competencias se visualizan, actualizan y desarrollan a través de desempeños o realizaciones en Los distintos campos de la acción humana


COMPETENCIAS LABORALES


. Las competencias laborales  son el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que aplicadas o demostradas en situaciones del ámbito productivo, tanto en un empleo como en  una unidad para la generación de ingreso por cuenta propia, se traducen en resultados efectivos  que contribuyen al logro de los objetivos de la organización o negocio. En otras palabras, la  competencia laboral  es la capacidad que una persona posee para desempeñar una función  productiva en escenarios laborales usando diferentes recursos bajo ciertas condiciones, que  aseguran la calidad en el logro de los resultados.  Contar con competencias básicas, ciudadanas y laborales facilita a los jóvenes construir y  hacer realidad su proyecto de vida, ejercer la ciudadanía, explorar y desarrollar sus talentos y potencialidades en el espacio productivo, lo que a la vez les permite consolidar su autonomía e identidad personal y mejorar su calidad de vida y la de sus familias.


Formación de competencias laborales


El enfoque de competencias  busca estimular un proceso de aprendizaje que sea significativo  para los estudiantes, integrando la teoría y la práctica, ya que conecta un determinado conocimiento o habilidad con la diversidad de aplicaciones en un entorno productivo complejo y cambiante.

El proceso, más que tendiente a entregar de conocimientos o destrezas puntuales, se orienta a  facilitar la identificación de las causas de los problemas presentes en una situación laboral y  aportar soluciones creativas y efectivas, que en el caso de la formación de competencias  laborales específicas implican elementos propios de una ocupación.

La formación de competencias laborales, tanto generales como específicas, demanda un trabajo de articulación de contenidos y saberes al interior de las instituciones para optimizar el  tiempo disponible y el uso de talleres, aulas, laboratorios y espacios de simulación.
Igualmente, implica revisar la concepción de la educación en tecnología vista como un escenario de  integración de conocimientos, habilidades y comportamientos. La utilización de  los talleres, más que orientarse a una exploración vocacional, se convierte en la fuente de  aprendizaje de la ciencia y la tecnología y en espacio de iniciación de las prácticas,  observaciones pedagógicas o pasantías laborales.

Asumir el enfoque de formación por competencias laborales, tanto generales como
específicas, impone a las instituciones educativas la necesidad de generar unos vínculos más  estrechos con el sector productivo, de modo que éstas  puedan relacionarse con el mundo  laboral en donde se van a aplicar las competencias mediante prácticas o pasantías.
 



Tipos de competencias laborales


Competencias laborales generales



Las competencias laborales generales se caracterizan por no estar ligadas a una ocupación en particular, ni a ningún sector económico, cargo o tipo de actividad productiva, pero habilitan a las personas para ingresar al trabajo, mantenerse en él y aprender. Junto con las competencias básicas y ciudadanas, facilitan la empleabilidad de las personas.

La empleabilidad es la capacidad de una persona para conseguir un trabajo, mantenerse en él y aprender posteriormente los elementos específicos propios de la actividad.

Las competencias laborales generales son necesarias en todo tipo de trabajo, ya sea en un  empleo o en una iniciativa propia para la generación de ingreso. Son ejemplos de ellas la  orientación al servicio, la informática, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la resolución de problemas, el conocimiento del entorno laboral y el manejo de procesos   tecnológicos básicos.

Estas competencias son transferibles, es decir, se aplican en cualquier ambiente donde existe  una organización productiva: la familia, la comunidad, la empresa; generan el desarrollo continuo de nuevas capacidades y son observables y Medibles, lo cual significa que es posible evaluarlas y certificar que una persona cuenta con ellas. En el siguiente cuadro se presentan las principales características de las competencias laborales generales.

Características de las competencias laborales generales



Las competencias laborales generales cobran especial importancia en la actualidad en virtud de los cambios que se han dado en la organización del trabajo. Las organizaciones actualmente exigen mayor coordinación entre las personas para emprender acciones, polivalencia (posibilidad de asumir distinto tipo de funciones o puestos de trabajo), orientación al servicio y al mejoramiento continuo, capacidad para enfrentar cambios, anticiparse a las situaciones y crear alternativas novedosas para la solución de problemas.



 Genéricas:         no están ligadas a una ocupación particular
Transversales:  son necesarias en todo tipo de empleo
Transferibles:   se adquieren en procesos de enseñanza aprendizaje
Generativas:      permiten el desarrollo continuo de nuevas capacidades
Medibles:           su adquisición y desempeño es evaluable

Intelectuales

Condiciones intelectuales asociadas con la atención, la memoria, la 
concentración, la solución de problemas, la toma de decisiones y la 
creatividad.

Personales

Condiciones del individuo que le permiten actuar adecuada y 
asertivamente en un espacio productivo, aportando sus talentos y 
desarrollando sus potenciales, en el marco de comportamientos social y 
universalmente aceptados. Aquí se incluyen la inteligencia emocional y 
la ética, así como la adaptación al cambio.

Interpersonales

Capacidad de adaptación, trabajo en equipo, resolución de conflictos, 
liderazgo y proactividad en las relaciones interpersonales en un espacio 
productivo.

Organizacionales

Capacidad para gestionar recursos e información, orientación al servicio 
y aprendizaje a través de la referenciación de experiencias de otros.

Tecnológicas

Capacidad para transformar e innovar elementos tangibles del entorno 
(procesos, procedimientos, métodos y aparatos) y para encontrar 
soluciones prácticas. Se incluyen en este grupo las competencias 
informáticas y la capacidad de identificar, adaptar, apropiar y transferir 
tecnologías.

Empresariales o  para la generación  de empresa 

Capacidades que habilitan a un individuo para crear, liderar y sostener 
unidades de negocio por cuenta propia, tales como identificación de 
oportunidades, consecución de recursos, tolerancia al riesgo, elaboración 
de proyectos y planes de negocios, mercadeo y ventas, entre otras. 






Formación de competencias  laborales generales

La formación de competencias laborales generales puede hacerse de manera transversal a las áreas definidas en el plan de estudios, involucrando situaciones y contextos propios del mundo productivo. 

Formar las competencias laborales generales en los estudiantes supone crear oportunidades en las cuales las áreas, más allá de desarrollar maestría en ciertos conocimientos, suministran insumos para cumplir propósitos de diverso tipo tales como informar, persuadir, clarificar,  explicar cómo funciona algo, hacer recomendaciones, vender ideas, etc. 

Desarrollar estas competencias no demanda tiempos, ni espacios ni docentes adicionales, pues se hace en el aula o fuera de ella. En el aula se articula con los contenidos de las áreas mediante proyectos y casos, aprovechando la dinámica propia de la interacción entre los estudiantes y el docente. Fuera del aula, la formación de competencias se integra a las distintas  actividades institucionales orientadas a la socialización del conocimiento, la expresión (teatro,  danzas, etc.), la vinculación con el entorno (servicio social estudiantil, proyectos comunitarios), la orientación profesional, los días temáticos (el idioma, la ciencia, profesor,  agua, etc.), entre otras.  


 Las situaciones de aprendizaje deben permitir al estudiante moverse en un ambiente en el que la solución a los problemas es fundamental, donde el trabajo debe estar orientado a obtener unos resultados Medibles y satisfactorios.
Lo importante es que estas actividades y espacios institucionales tengan la intencionalidad explícita de formar competencias laborales generales,  lo que se refleja en la planeación y diseño de estrategias para recoger los aprendizajes de forma sistemática.  
La propuesta pedagógica plasmada en los planes de estudio y proyectos institucionales debe abordar elementos relacionados con las competencias laborales generales para dar consistencia al enfoque de formación propio de la institución educativa.





Competencias laborales específicas



Las competencias laborales específicas son aquellas necesarias para el desempeño de las funciones propias de las ocupaciones del sector productivo. Poseerlas significa tener el dominio de conocimientos, habilidades y actitudes que conllevan al logro de resultados de calidad en el cumplimiento de una ocupación y, por tanto, facilitan el alcance de las metas organizacionales.
Las competencias laborales específicas están relacionadas con las funciones productivas, es decir, con el “conjunto de actividades laborales necesarias para lograr resultados específicos de trabajo, en relación con el propósito clave de un área objeto de análisis”
Estas competencias habilitan a las personas para desempeñar una ocupación o un grupo de ocupaciones. Una ocupación es un conjunto de puestos de trabajo con funciones productivas afines cuyo desempeño requiere competencias comunes relacionadas con los resultados que se obtienen.
En una gran parte de países las ocupaciones se han agrupado por afinidad de funciones, buscando con ello hacer ofertas educativas que permitan la movilidad entre varios campos ocupacionales, es decir, formar en áreas que sirvan a varias ocupaciones,  logrando con ello polivalencia y movilidad ocupacional de quienes poseen dicha formación. En Colombia el  SENA construyó la Clasificación Nacional de Ocupaciones, para lo cual identificó 450ocupaciones agrupadas en las siguientes áreas:


· Finanzas y administración
· Ciencias naturales y aplicadas
· Salud
· Ciencias sociales, educativas, religiosas y servicios gubernamentales
· Arte, cultura, esparcimiento y deporte
· Ventas y servicios
· Explotación primaria y extractiva
· Oficios, operación de equipos y transporte 
· Procesamiento, fabricación y ensamble


Estas ocupaciones están distribuidas de forma vertical en cinco niveles ocupacionales, desde el  semicalificado hasta el de alta dirección y gerencia. Cada una de las nueve áreas ocupacionales contiene un número de ocupaciones en los cinco niveles ocupacionales.



Formación de competencias  laborales específicas

El movimiento alrededor de las competencias laborales ha conducido a la revisión de los cursos de formación del SENA y en la actualidad se convierte en una ruta para el diseño, mejoramiento y actualización de los programas que ofrecen las instituciones de educación media.

El diseño de la formación basada en competencias laborales específicas se orienta a desarrollar aquellas definidas dentro de una empresa o sector y exige involucrar nuevas estrategias pedagógicas relacionadas con los contextos productivos, lo que garantiza la pertinencia de los programas.  

La modularización se convierte en una característica de los programas organizados por unidades de competencia, dando flexibilidad a la oferta y permitiendo la construcción de itinerarios formativos desde la educación media hasta la superior, de carácter técnico y tecnológico, como lo prevé actualmente la Ley 749 de 2002.  

La práctica laboral, en condiciones reales de desempeño, es la estrategia pedagógica central de la educación basada en competencias laborales específicas. En ella el estudiante autoevalúa sus resultados de desempeño y con el apoyo docente realiza planes de mejoramiento. 

Las competencias laborales específicas se adquieren, precisamente, en el lugar de trabajo o mediante el uso de estrategias de enseñanza con un fuerte componente de estudio realizado en  ambientes laborales.



Acciones con las competencias laborales específicas

Por estar tan fuertemente ligadas al mundo productivo, las competencias laborales específicas se constituyen en un instrumento fundamental para incrementar la productividad y competitividad de las empresas colombianas. Por esta razón, desde el año 1997, por encargo del gobierno nacional, el SENA ha emprendido diversas acciones alrededor de las competencias laborales específicas relacionadas con:

· La identificación de las unidades de competencias laborales12 propias de áreas ocupacionales de prioritario interés para el país en concertación con el sector productivo para construir normas de competencia, como se explicará más adelante.  

· El rediseño de su oferta de formación para ajustarla al enfoque de competencias  laborales.

· La evaluación y certificación del desempeño laboral de los trabajadores con base en competencias.




Normalización de las competencias

La normalización es el proceso  que “se sigue para establecer, a partir de una actividad de trabajo, las competencias que se ponen en juego, con el fin de desempeñarla satisfactoriamente”


Las normas de competencia laboral,  al estilo de las ISO, indican el contenido y especificidad de una competencia y contienen la siguiente información:


· Los logros que se deben alcanzar en el desempeño de las funciones.


· Los conocimientos, habilidades y destrezas intelectuales, sociales y biofísicas que se requieren para alcanzar dichos logros.


· Los diferentes contextos y escenarios laborales, instrumentos y equipos de trabajo.


· Las actitudes y comportamientos propios del desempeño.


· Las evidencias de conocimiento, desempeño y resultado que las personas deben demostrar en el proceso evaluativo para ser certificado como competente









 COMPETENCIAS LABORALES EN UNA EMPRESA

Las competencias se pueden clasificar en 3 grupos: Competencias Humanas, Competencias de negocio y competencias técnicas.

Los niveles de una competencia Son las agrupaciones de comportamientos o conductas observables que reflejan el nivel de desarrollo de una competencia. Así, quien está situado en el nivel 3 de “Autocontrol”, por ejemplo, demuestra mayor capacidad para controlar sus emociones que quien se encuentra en el nivel 1. En general, cada competencia tiene entre cinco y ocho niveles distintos.

Un perfil de competencias es un listado de las competencias esenciales para un cargo o rol y normalmente se deben priorizar las 6 a 9 competencias más importantes para cada una.

El perfil de competencias establecido para cierto cargo, no sirve para uno similar en otra empresa, para que este enfoque sea eficaz, los perfiles deben referirse a comportamientos observables en términos de la realidad de cada empresa.
  

¿Cómo beneficia el modelo de competencias a la Gestión del talento humano? Para la selección permiten identificar eficazmente los mejores candidatos que demuestren poseer las competencias que aseguren un alto desempeño. Para el desarrollo de personal parte de la comparación entre el perfil requerido y la realidad de cada persona para clarificar oportunidades de mejora o valorar el potencial disponible, logrando una mejor adecuación persona- cargo. Como el perfil se concreta en comportamientos observables, esto hace mucho más fácil que jefe y colaborador se pongan de acuerdo para fijar compromisos y evaluar el desempeño. Para la remuneración añade un criterio adicional al contenido del puesto y a la referencia de mercado.
Es una técnica que se utiliza para identificar las competencias laborales inherentes a una función productiva. Tal función puede estar relacionada con una empresa, un grupo de empresas o todo.

Un sector de la producción o los servicios.
 
Las competencias laborales pueden identificarse a partir de la caracterización ocupacional y del análisis funcional del área objeto de análisis y expresarse en unidades de competencia y titulaciones.

A la identificación y definición de Unidades de Competencia Laboral debe darse un enfoque integrado, buscando la relación sistémica entre el hacer, el saber y el ser, como respuesta a requerimientos del entorno productivo y necesidades del desarrollo personal y social de los trabajadores.

Cabe mencionar que la OIT ha definido el concepto de "Competencia Profesional" como la idoneidad para realizar una tarea o desempeñar un puesto de trabajo eficazmente por poseer las calificaciones requeridas para ello(4). En este caso, los conceptos competencia y calificación, se asocian fuertemente dado que la calificación se considera una capacidad adquirida para realizar un trabajo o desempeñar un puesto de trabajo.

Reflexión 

En cierta ocasión cuando asistí a un seminario con Miguel Ángel Cornejo, comentaba que la persona en esta época sería exitosa si vivía en la incompetencia y todos los competentes en esos momentos quedamos frustrados de sus esfuerzos, queriendo decir en esos términos a los diferentes niveles o etapas que vive el triunfador en su plan de carrera, tratando de aprender día a día temas nuevas y descubrir que es lo que sabe – hace y siente al jefe para ser jefe el día de mañana. 

El dilema de los enfoques en el desarrollo de competencias, es un tema que las empresas optan de acuerdo a sus objetivos organizacionales e individuales, si optan por el funcional su tendencia gira alrededor del hacer (producir), es universal, producto de referenciar personas y empresas expertas en el área especifica a valorar competencias, mientras que el enfoque comportamental, tiene su esencia en el saber hacer pero con énfasis en el sentir, sus motivos para desarrollar capacidades de orientación al logro con actitudes productivas a la empresa y su rol.

La tendencia de las organizaciones y las áreas de RH hoy por hoy están pasando por una etapa de agente de cambio y socio estratégico y en la medida en que no considere una moda el implementar las mejores prácticas de negocios, seguramente los resultados serán excelente en términos de calidad – oportunidad y costo. 



Hoy cuando se habla del rol estratégico de RH, sustenta y clarifica que el enfoque a aplicar es el conductual, ya que nace no de una mesa sectorial sino de su propia cultura y direccionamiento estratégico macro y micro. 

Las personas preceden las estrategias y según el impacto y compromiso que se adquiera frente a ellas, así mismo se lograrán los resultados de una manera diferente en todas las empresas, pero el tema no es que lograron sino cómo lo hicieron.

Uno de las acciones eficaces es el identificar las competencias y para ello se requiere seleccionar a las personas excelentes y promedios y la pregunta sería
¿Cómo se seleccionan, y cual instrumento? 

Otro de los cuestionamientos es que si hoy hablamos de sinergia empresarial, corporatividad por qué disgregar el estudio de las competencias a partir de los cargos y no de procesos o responsabilidades, proyectando el rol integral.





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